ROBERTO LUIS: Por los datos que advierto de tu amable comentario, supongo que te refieres a lo que opiné hoy en el “UNIVERSAL” sobre la nota de Edgardo Buscaglia. Si así és, te agrego que, en efecto, fue solo un minúsculo dato que referí de todos los abultados elementos a los que Buscaglia alude en su entrevista.
Únicamente fue en relación a que, el elemento nuevo y “sofisticado” que él dice, advierte en el actuar del grupo narcotraficante autodenominado “la familia” de Michoacán”, no es ni nuevo, ni sofisticado, ni exclusivo de ése grupo al que él dice estudiar, sino que, en la evolución del narcotráfico en México, ése elemento que el refiere, como “nuevo y sofisticado”… és antiquísimo; y se ha observado como característico en los grupos de narcotraficantes –a los que en lo personal para efectos didácticos los denomino “narcotradicionales” en México– desde lejísimos tiempos, para cuya demostración histórica solamente le referí aquel legendario grupo del narcotráfico que operó en los años primeros de los setentas, en el noroeste de México, y que comandaba el narcotraficante llamado PEDRO AVILÉS, (a) “Pedrito avilés” (a) “El Licenciado”, el cual, fue muerto por finales de los mismos años setentas y en cuya organización (como en muchas más) se aplicaban los mismos puntos característicos que él equivocadamente, dice ver, ahora, como “exclusivos” del grupo de narcotraficantes, autollamados “la familia”.
El derecho comparado del que hablas, también en efecto, es importante y útil tenerlo en cuenta, a mi juicio profesional, nó para entender el narcotráfico en México –pues para ello no nos sirven– sino solo para advertir, cómo han evolucionado los tipos delictivos, sus elementos y sus penas, desde el ámbito sustantivo; y el procedimiento en su investigación, los medios, instrumentos y órganos de prueba, su valoración y los derechos y beneficios al alcance del imputado, contemplados adjetivamente en nuestra legislación Penal Federal mexicana; ámbas –Ley Sustantiva y la Adjetiva mexicanas– qué, a través de los tiempos políticos coyunturales, han sido motivadas y reformadas de acuerdo a las necesidades POLÍTICAS, nó sociales ni de Salud, planteadas por los Ejecutivos Federales.
Reformas fundamentalmente punitivas y de incorporación de nuevos tipos delictivos, que por cierto, nó han sido motivados por la realidad social mexicana, sino por presiones políticas internacionales, fundamentalmente de Estados Unidos, donde curiosamente, y esto tampoco lo aborda Buscaglia, nó suscribieron el “tratado de Mérida” que él tan “importantemente” alude.
Para entender la verdad de las CAUSAS del porqué el narcotráfico en México, cómo, dónde y porqué combatirlo, por mis 34 años (ahora 35) inmerso ininterrumpidamente en ése campo dentro del ámbito de la investigación, la cátedra y los procesos judiciales en todo lo largo y ancho de la República Mexicana, soy un converso pleno de qué, para entender el fenómeno del narcotráfico en México –en cualquiera de las TRES clases de grupos que observo operan en el País, que he clasificado como: los “narcotradicionales”; “narcopolíticos” y “narcotrasnacionales”– es, a mi juicio, un gravísimo error pretenderlo hacer, como erróneamente se hace, a la luz de su confronta de él, con la forma en que dicha ilícita actividad se desarrolla en cualquier otro País del extranjero; sea de América, Europa o Asia.
La actividad del narcotráfico en México, solo puede ser cabalmente entendida, comprendida y combatida a la luz de LA PSICOLOGÍA DELICTIVA y LA IDIOSINCRACIA típica del mexicano.
Desde la óptica de mi experiencia profesional ése ha sido el grán yerro de los gobiernos mexicanos en sus políticas públicas del combate al narcotráfico en nuestro País, y ése ha sido el grán “zaguán” por donde intereses y agendas extranjeras han hecho su gran negocio político, jurídico y económico, a costa de la seguridad y la restricción absurda de muchos derechos legítimos de la sociedad mexicana.
La inteligencia y la experiencia profesional mexicana en ése campo algún día algún gobierno mexicano, esperemos que se nutra de ella para bién y respeto de México y del logro de una relación más auténtica, real y armoniosa con la comunidad internacional, de quienes merecemos el mismo sacrificio y respeto que les brindamos.
Todos los anteriores son meros puntos generales de reflexión, de los que me encantaría conocer tu opinión, “desde cualquier lugar del mundo”.
Lic. Pedro García Palazuelos.
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