Al apreciar la terminología jurídica con la que se anuncian…las reformas en materia “Criminal” presentadas por el ejecutivo federal, es de sorprender el grado de adulteración del pensamiento del gobernante al aplicar en la redacción de sus iniciativas…el vocablo “criminal”.
Digamos que es la fascinación por lo extranjero, o el desapego con la propia nacionalidad, lo que provoca que hasta en nuestras raíces jurídicas se esté degenerando nuestra identidad nacional.
Que por cierto no es trivialidad ni asunto menor.
Me explico:
El vocablo “criminal” es una transculturización causada por la fascinación que por lo estadounidense, con sus actos y comportares, trasmiten que sienten los actuales gobernantes del ejecutivo federal.
El vocablo “criminal” para identificar el tipo penal pertenece a la jerga jurídica estadounidense, NÓ a la mexicana.
En nuestro derecho punitivo nacional el vocablo es… “Penal”.
Como sucede igualmente con el vocablo “escena del crimen” también copiado de allá, y reiteradamente USADO ahora en las cotidianas expresiones de los funcionarios “mexicanos”.
Tal vocablo, TAMPOCO es jerga mexicana jurídica penal.
En nuestro derecho procedimental penal nacional mexicano, el vocablo és: “Lugar de los hechos”.
Y, el de “evidencia” que tampoco existe en nuestro derecho, donde el vocablo jurídico és: “Prueba”…
Ahhh, ¡pero ésos complejos!... ¿o acaso sueños de tales funcionarios por tener barras y estrellas?
Desde ahí empieza la debilidad en el carácter y formación que se requiere en nuestros gobernantes.
¿Cómo puedes defender a los tuyos…si te avergüenzas y desdeñas hasta tus raíces jurídicas culturales legales?
Lic. Pedro García Palazuelos.
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